En un colorido acuario, en medio
de un tranquilo barrio del municipio de Venecia, vivía una hermosa sirena
llamada Marina. Nadaba felizmente en su espacioso hogar, ajena a su cautiverio.
Revoloteaba y giraba en los 8 metros cuadrados que le proporcionaban todas las
comodidades que un pez podría desear. La vida en el acuario era perfecta para
Marina, llena de comida abundante, juguetes para entretenerse y un ambiente
seguro que le permitía disfrutar de cada día al máximo.
Un día, mientras observaba a los
científicos que la observaban detrás del Cristal, Marina notó una tensión
creciente entre ellos. Una discusión acalorada reveló la verdad: ella era
prisionera de un experimento científico. Todo su mundo ideal era una farsa,
diseñada para mantenerla tranquila y feliz mientras los científicos estudiaban
sus secretos.
Esta nueva revelación sacudió el
mundo de Marina. Descubrió que tanto ella como el líquido que producía tenían
la clave de la vida eterna. La curiosidad y el deseo de libertad se apoderaron
de ella. Ideó un plan meticuloso para escapar de su cautiverio, utilizando su
astucia y habilidades para superar cualquier obstáculo que se interpusiera en
su camino.
Con valentía, Marina puso su plan
en acción. Nadó con determinación hacia la parte superior del acuario, buscando
desesperadamente un camino hacia la libertad. Sin embargo, a medida que se acercaba
a la superficie, su fuerza comenzó a debilitarse. El agua del acuario, que la
había mantenido viva durante tanto tiempo, no era suficiente para sostenerla
fuera de su hábitat natural.
Con cada vez menos fuerzas,
Marina luchó por respirar mientras se alejaba de su hogar, apenas a unos pocos
metros de distancia. Su sueño de libertad se desvaneció trágicamente cuando
murió, incapaz de sobrevivir en un mundo tan diferente al que estaba
acostumbrada.
Lo que Marina nunca llegaría a
descubrir era que sus intentos por alcanzar la libertad sólo formaban parte de
un meticuloso plan gestado por sus captores. Al consumir la carne de sirena, estos
obtenían habilidades casi divinas que superan incluso a la vida eterna. Así,
terminaba un día cualquiera para Marina, quien, sin saberlo, había sido la
pieza clave en los oscuros designios de aquellos que la mantenían cautiva..
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